De repente Diciembre se va y el año también.

Pues han pasado tantas y tantas cosas en estos últimos días que he vivido demasiado aprisa y no he tenido tiempo de respirar para con mi blog estar. No es para menos recordar que hasta por Acapulco anduve, también fui testigo del concierto masivo que hubo en CU el mes pasado y como no, la noticia fresca de la supuesta muerte del Jefe de Jefes (todavía, para variar, sigue Ramón Ayala arraigado, jajaja).

Bueno, incluso luego tomo fotografías y digo ‘esta va para Moskografía’, pero nada de nada, no me animo a subirlas o me da pereza tener que redactar el contexto y ahí las tengo arrumbadas. Ya perdí la cuenta de los temas pendientes que quiero publicar y también de las fechas en que hube de hacerlo.

Entrando en la crisis de las remembranzas inevitables, se me vienen tantas cosas a la cabeza pero empiezo a confundir las etapas y fechas, de repente pienso que ciertas cosas pasaron este año pero me doy cuenta que no. La novedad que traigo ahora es un hambre que desquitaré al rato con un buen trozo de lomo al horno y mucha ensalada de manzana, típico de cada año nuevo no sólo en mi casa, sino en algunos varios hogares de mis familiares cercanos.

Empezar un post me es cada vez más difícil, estaba leyendo los primeros que escribí a finales de 2008, inspirados en la prosa que en otros semejantes había, o con el sencillo motivo de dejar plasmados en la red los registros de ciertas cosas que se me hacían que pudieran ser de interés público. Hoy las cosas son diferentes, incluso siento que Diciembre se pasó tan rápido y se vivió de forma tan intensa. Final de semestre, pero también de año, de ciclo como estudiante ordinario e incluso de rutinas que llevaban años practicándose. Ahora me espanto cada que vibra dos veces el celular, en señal alusiva a la entrada de un mensaje de texto nuevo, con un contenido típico de estas fechas: gente amiga enviando felicitaciones y buenos deseos para el año que comienza.

Y es que no está de más decirlo, no me gustan para nada esos mensajes, por varias razones: la primera de ellas es que no es un mensaje personal, son de esas cadenitas, un solo mensaje y mil destinatarios, en todo caso sugiero una cadenita vía correo electrónico, es menos molesta y ya estoy acostumbrado a recibirlas. Una segunda razón obedece a lo que comentaba al final del párrafo anterior: los deseos buenos que se quedan en meros deseos, las intenciones que se quedan en intenciones, los proyectos que se quedan en proyectos y las aspiraciones que continúan siendo aspiraciones. Al menos en mi caso no siento esa emotividad por ver llegar otro año, porque la vida no la considero un ciclo, sino una línea recta, y sé que el primero de enero igual podría ser un 32 de diciembre o, contando desde que llegué a este mundo, podría significar mi día 8,616 de vida. Y entonces el 1o de enero es un día después de hoy y un día antes de pasado mañana, así de fácil.

Entonces, sin meternos tanto en rollos por eso de los ciclos, concluyo en que no me gusta este día por todo lo que significa para la demás gente. Lo bueno es que se cena bien y ni se diga de la bebida, de estar escuchando música en la noche y de ver a todos contentos, aunque para la primera quincena de enero todo vuelva a ser completamente normal. Y ni tan normal. Subirán los impuestos, el gas, la gasolina y hasta las tortillas. Mi México querido se sigue matando poco a poco y los intereses políticos siguen prevaleciendo intentando ser vigentes en una realidad en la que ya no caben. Ruego por Dios (hazme el favor de existir, porque no sé a quién más rogar) que se legalicen las drogas, en serio y sin risas sarcásticas.

Era entonces 4 de enero cuando Moskografía dijo HOLA a este año que en unas cuantas horas se desvanecerá. Tenía poco de llegar de Chiapas, completamente maravillado por lo que allí encontré, comprendiendo por qué hablan con tanta devoción de los lugares y de la gente que ahí hay. Y digo que llegué a México con ganas de hacer bien las cosas, de que todo marchara bien en la escuela y de hacer realidad varios proyectos que, por falta de tiempo y dinero, los tenía estancados. Comencé a comprar la revista Proceso y también ingresé a un grupo de Ska, Zona Kingston, me empecé a relacionar con más gente y me esforcé por terminar pronto y a tiempo mi servicio social (con su respectiva trampa de días fantasmas que apuntaba en mi registro de asistencia, jajaja). Estaba entonces tratando de superar una ruptura amorosa que me había dejado incluso los huesos fríos, compuse una canción y aproveché para poner en práctica lo aprendido en cuestión de musicalización por medio de software empleando sonidos MIDI.

Y se nos fue enero. En febrero, mes internacional del amor, lo celebré en ausencia del mismo, pero ya ni recuerdo qué hice ese día exactamente. Unos días antes hice una denuncia pública del pésimo trabajo que hacían unos funcionarios en la institución donde me encontraba prestando mi servicio social. La escuela la seguía sobrellevando aunque poco a poco se iban restableciendo los círculos sociales y amistosos. Nuevas caras y nombres retumbaban en mi cabeza y todo se me hacía cada vez más fácil, dado que si necesitaba algo o tenía algún problema, siempre había gente dispuesta a ayudarme. 

Marzo fue para mí un buen mes, dado que hice varias cosas divertidas, fui a conciertos al sur de la ciudad, me rencontré con amigos de la infancia y las cosas marchaban a buen ritmo en Zona Kingston, citando también que compramos el carrito en el que ando trepado de noche y de día. Empecé como colaborador en un blog llamado Bloguercedario, donde tenía la letra X y me divertía publicando cosas que se me ocurrían de la nada, improvisando como siempre en esto de la escritura. Siento que mi tiempo en ese blog fue corto pero fui bien recibido y espero pronto poder integrarme a otro. Abril registró mi post con más comentarios en este solitario blog, después de publicar unas fotos extraídas de un video y satirizar unos diálogos que se me ocurrieron de unas amigas mías. Mayo fue el mes de la influenza y de mucha flojera en casa, pero inmediatamente regresando a clases, un viernes 11, ocurrió un festejo inesperado y simbólico en lo personal, pues estuvieron mis mejores amigos conmigo y algunas personas que dieron mucho de qué hablar en lo que restó del presente. Permítanme rescatar las palabras de aquel post:

“… alejados a unos 30 kilómetros de la escuela y haciendo de pretexto que Anita llevaba una botella de crema de mezcal (uhh, de mis favoritas, desde aquella visita a Oaxaca hace un año o más), agregado al gusto de vernos y las ansias desesperadas de alcohólicos mala copa que, como yo, ya nos urgía que llegara el viernes, independientemente de haber o no clases por eso de que ya el comercio volvería a la normalidad por estos lares…”

… pasamos en forma natural y sin proponérnoslo, cada una de las etapas de la borrachera que no se cansan de enviar por correo electrónico, jajaja: el copeo suave con botana (bueno, hasta comimos carne asada), el copeo fuerte sin botana, el copeo limpio, la fase de reconocimiento de hermanos, la fase de declaraciones de amor, la de rolarse las llaves del coche (van pasando de mano en mano, hasta llegar al dueño original, ya que nadie le quiere hacer el paro de manejar), la de ver ovnis, la de deducir teorías humanas nuevas, la de intelectuales hablando en una mesa redonda, y ya para el final, la de ‘es de mala educación dejar el licor a la mitad’, así que a acabarlo.”

Rayos. Un breve paréntesis, porque en esta fiesta estaban ni más ni menos que las personas más significativas en mi vida de universitario. Me pongo de pie, agradezco, aplaudo y envío un abrazo a:

• Pamela, te quiero pero a chorros de mucho!!! Imposible conocer a persona mejor que tú en todo este tiempo de universidad.
• José Luis, Pollo, gracias por este año de sincera amistad y cotorreo, trabajo y sobre todo, gracias por tu confianza en mi persona, mi forma de pensar y mi forma de conducirme.
• Adal, Bruja, mis respetos por querer tanto a mi mejor amiga y claro, gracias por tu camaradería, gracias por Acapulco también!
• Anita, cómo fue que nos acercamos tanto??? creo que todo fue a partir de ese día, gracias por todo tu apoyo y claro, gracias por alentarme en estos últimos días.
• Ariadna, Chinita de mi alma, te apareces, te desapareces, pero siempre me haces sonreír con el corazón. Creo que eres de las personas con las que más he aprendido, ya no te desaparezcas tanto.
• Iván, porque bien o mal pero siempre incondicional a mi lado en todo lo que hago y deshago, gracias por creer en mí como un amigo y no sólo como el dúo de trabajo que siempre realizamos y que siempre funcionó.
• A los demás asistentes, suerte en su nuevo año, jajaja. Paty y Fanny, son unas niñas muy tranquilas, inspiran siempre armonía y muy buena vibra; Papirrín, pues tocayo, casi vecino y buen compañero de clase, gracias por estar ahí; Shirley e Itzel, buena la convivencia, nuevamente invito a limar asperezas por lo que pasó en el antro (jajaja).

Vaya, caray es que Mayo no pudo terminar mejor: 31 mi cumpleaños y ese mismo día los Pumas se coronaron Campeones, de verdad que no me canso de mostrar esta foto.

Y llegó Junio y las cosas marchaban bien, en el blog y en mi vida social. En la escuela se acabaron las clases y el saldo fue blanco (todas mis materias aprobadas y algunas que debía las fui recuperando).

Uh y que llega el Vive Latino, uh y que vuelvo a ver a Los Fabulosos Cadillacs, uh y que llueve ese día, uh y que me aviento un post existencial, con un tema tan popular como la reciente influenza que acababa de pasar: el amor, cosa patética.

Y es que no importa que digan que está trillado hablar de amor, que maldigan si no han probado la noche en sus brazos de sol

Julio brilló por la porquería que hubo en las elecciones de ayuntamiento y de cámara baja, sin todavía que fuera más relevante y agosto pues con puras entradas sin mayor trascendencia. Septiembre cuando daba gracias a la vida que por fin terminaba agosto y con su recuerdo se me iban un montón de ratos amargos, el accidente en el carro el más notable de todos y con el que aprendí una gran lección en el ámbito de la responsabilidad y el derecho a la vida. Moskografía dejó de publicar seguido y me sentía (y me sigo sintiendo) sin ánimos de echar a andar posts que valieran la pena.

Octubre se vino junto con los festejos de pre-graduación y las cosquillas en la cabeza por tatuarme de una vez por todas (y sigo sin animarme, jajaja). También me dio por hacer unos análisis de las posibilidades reales de salir titulado de la carrera y de todos los compañeros que hasta entonces me acompañaban. El día de la foto de generación (la primera toma, en la escuela) lo eché a perder con una borrachera fenomenal en una cantina aledaña a la escuela, pero bueno, no fui el único, jajaja. Al día siguiente en CU las cosas se pintaron de distinto color y logramos una buena toma, acompañados de unas cervezas al final y un regreso tranquilo a casa.

En noviembre ingreso a un nuevo grupo (bueno dos nuevos, pero uno sigue sin poder ensamblarse del todo bien) y las cosas se me empiezan a juntar, típico de fin de año. La escuela apretadísima por las evaluaciones finales y la presión de acreditar todas las materias que adeudaba (misión cumplida). En la música mucha actividad en fin de semana y poco avance en los arreglos para grabar. El último día de trabajo en equipo fue muy pesado e incluso comimos dentro del salón de clases, nos fuimos ya tarde de la escuela y ya en la casa llegamos a detallar lo último que faltaba para entregar.

Diciembre. este mes fue sin duda y como lo decía al principio, el más intenso de los doce meses. Empezamos con una salida a Acapulco y luego el cruce de vacaciones. Nos volvimos a ver antes de que yo partiera para Tlaxcala, donde fue el bautizo de mi sobrino, el más pequeñito de todos hasta entonces. Y fue como empezó todo, mi tío falleció ese mismo día, después de una larga lucha por su salud. Él estuvo internado desde octubre en el hospital de Nutrición, en Tlalpan. Nos duele enormemente a los que lo queremos y lo recordamos con cariño. Lástima que perdió el Cruz Azul la final pero que bien que ya esté descansando y salga por fin de este martirio sanitario que terminó con su vida.

La moraleja de este post es recordar que el cuerpo tiene un aguante determinado, más en unos, menos en otros, pero como oí a alguien decir en estos días: nadie está exento y todos estamos expuestos. Así pues, dediquen una uva por su salud pero de verdad traten de procurarla. Si bien recordaré este año es por tanto exceso que viví y poco cuidado que procuré. Espero que el 2010 sea mejor.

Edgar, te queremos, de corazón. Ya verás que tus hijos saldrán adelante, apoyo no les faltará, ni fortaleza, ni madurez. Gracias y nos vemos por allá para más pláticas nocturnas sobre política, gracias por creer en mí tío, estoy en deuda contigo y creo saber como pagarla!!!

aquella navidad de 2007, sin duda una gran familia pese a todo. 

Y a todas las moskas que se paran por aquí, FELIZ AÑO BICENTENARIO Y FUTBOLERO, POSTCRISIS Y NARCÓTICAMENTE VIOLENTO. Gracias por este año entero de Moskografía.

Ah por cierto, espero que se cumplan al menos 7 de los 12 deseos, a continuación los enlisto:

1. Salud para mi hermanita.
2. Salud para mi mami, la quiero mucho mucho.
3. Padre mío, gozarás también de salud porque verlos fuertes a los tres me hace sentir tremendamente bien.
4. Mi salud, por supuesto, tengo ganas de vivir mucho más.
5. Mi carrera, espero que al final de este año por fin sea mi nombre de pila:
   Lic. Oscar E. López Castañón.
6. Abundancia económica, que no nos falte el pan ni a mí, ni a mi familia, ni a mis amigos ni a las personas que tanto aprecio.
7. El amor, el amor, el 2010 es el año del amor, jajaja.
8. Por los que creemos que México jugará cinco partidos en el mundial.
9. Dijeran por ahí, ya que Diosito se está llevando a los más queridos, mi tío, Michael Jackson, Patrick Swayze, Mario Benedetti… pues que se luzca con Calderón también, jajaja.
10. Disco para Zona Kingston!!!
11. Quiero mi contrabajo, en verdad lo deseo, tanto como el Fifa 2010 y una Guitar Hero, jajaja.
12. Angelique Boyer para H Extremo y/o Playboy, ¡¡¡por favor!!!

Salud y Saludos!!!