viernes, 19 de junio de 2009

Amor: cosa patética.

viernes, 19 de junio de 2009

“Cada vez que pienso en ti se me sale una lágrima
por no poder volver atrás
a aquel día en que yo me fui…”

Creo que todos los que lean este post alguna vez han sentido los efectos de eso que llamamos AMOR. Es lógico. Somos seres humanos y parte de nuestra naturaleza nos exige relacionarnos con este tipo de lazo.

Lo que vengo a escribir el día de hoy (después de más de dos semanas sin una entrada verdaderamente original y exclusiva para este blog) responde a un impulso que traigo dentro y es que, como varios habrán notado, me encuentro en una etapa en que los sentimientos chocan unos contra otros, me hallo por demás confundido y me siento mal, sinceramente. Tampoco es mi intención entrar en detalles acerca de mi estado, lo que pretendo es compartir unas palabras con todos ustedes, amables lectores, y gracias de antemano por atender a esta publicación.

“Sigue cayendo la lluvia en el balcón
y tú fumando un cigarrillo en el sillón,
tu voz llamándome al balcón a ver llover”

Imagínese usted la angustia que me provoca cuando llueve. ¿Le pasa algo similar? Le recuerdo, desde luego, que ayer llovió, y llovió fuerte, con furia, se encharcaron las calles y la gente corría de un lado a otro tratando de proveerse de un techo provisional. Eran las 3:30 aproximadamente y me dirigía a una cita de ensayo con un grupo musical en el cual trabajo. Por eso di cuenta de qué tanto llovió. Fue diferente – en definitiva – a ver la lluvia caer desde los vidrios de la triste ventana en mi habitación. La reflexión, como en todos los casos en que llueve, se hizo presente en mi cabeza. Obviamente prefiero el frío del tiempo al calor, pero me hostiga el tiempo de tormenta, porque provoca que se atormente mi alma también.

Ah, por cierto, recuerdo – y qué lástima que ya no recuerdo la fecha exacta – que ya hará (o ya hizo) un año en que se me fue el último amor que he vivido. Lo dejé, mejor dicho, buscando mi propia y absurda libertad (que me di cuenta que siempre tuve) y lamento profundamente no poder volver atrás. Después de esa experiencia lo único que he vivido son accidentes en el terreno del amor, mismos que me han dejado profundamente marcado e incluso con miedo y/o zozobra a iniciar nuevas relaciones.

“Al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo,
un piso antes del séptimo cielo se abrió el ascensor…”

Creo que me desvié un poco del tema, volvamos a retomar el hilo del relato. No pasa mucho en estos días, tampoco he buscado posibilidades serias de encontrar a alguien. Tampoco estoy afirmando que me sienta completo, porque la verdad me siento marchito con tanta ausencia de calor. A usted le habrá pasado alguna vez, dígame pues, qué debo hacer para ver sonreír a mi propio corazón, cuál es la fórmula para encontrar la felicidad. Envidia por los que veo sonreír de corazón, por aquellos que no fingen nada y dejan fluir por todos sitios su estado de felicidad y por aquellos que se muestran seguros en todo lo que hacen. Yo no me siento seguro, ni me siento feliz ni mucho menos puedo sonreír. Apenas en este mes he tenido la (des)fortuna de encontrarme a un viejo amor y la cosa no pudo terminar peor. Qué hacer con un caso así, en que las cenizas no se han esparcido por el ambiente y se encuentran todavía reunidas en los suelos del fuego. No me imagino que en vez de cenizas esos restos resultasen ser pólvora, doy gracias a la vida por no permitir semejante aberración.

Pero un capítulo más cerrado para siempre a partir de que pasó todo esto. Ahora cargo con la culpa de destruirle las ilusiones a una mujer y llenar su cabeza de rencor en mi contra. Al principio me había parecido una dulce pero vil venganza de mi parte. Oh sorpresa cuando el único gran afectado fui yo. Nunca aprenderé – es lo que he aprendido – a perder sin buscar daños o efectos colaterales. Aún no he hecho lo que hace aquel hombre derrotado: buscar soluciones en el alcohol o alguna otra mala droga. Más bien que he buscado compañía en ellos, cosa que califico peor dado que ni eso es pretexto para ir destruyendo la vida poco a poco. Después de la experiencia del párrafo anterior he buscado respuestas sobre mi propio balance anímico. No he conseguido resultados, y no soporto no encontrarlos, me encuentro sumergido en mi burbuja bien al fondo del mar.

“Te quiero aunque me guardes en silencio,
te quiero aunque me digas que no es cierto,
te quiero aunque no hablemos nunca de este amor..”

“Amor es lo que le falta, y este no respeta a veces distancias”, me decía mi abuelo el pasado fin de semana, en una charla de más de dos horas y después de que yo pensaba que el viejo ya ni me recordaba.

Quiero interpretar que la distancia se puede manifestar en varios sentidos. El tiempo y el terreno son los dos más fáciles que se me ocurren. Pero la distancia cultural podría ser más abstracta y más difícil de comprender. Bueno, confieso que padezco las tres que acabo de citar (malo, creo que ya me acabé una jarra completa de café, iré por más)… (diez minutos después). La distancia terrenal es la que más me pesa por serme imposible de mover a otros lugares diferentes en donde estoy seguro me podría desenvolver mejor que acá. La distancia de tiempo se relaciona bastante con la anterior, porque para trasladarse en el terreno, uno necesita invertir tiempo. No creo estar drogado aún por una sobredosis de café, jajaja, pero es lo que se me ocurre hoy, en este momento, en este sitio que me encuentro. Mi amor se encuentra herido y la cura está a unos cuantos miles de kilómetros de aquí, a unos dos días de distancia, con valores y pensamientos paralelos pero tan distintos de mí.

Lamento eso de las distancias.

“Mi amor no es amor de uno solo
sino alma de todo lo que urge sanar”

¿Te molesta mi amor? Hay alguien (cerca en esa cuestión de la distancia) a quien quisiera preguntárselo. No espero una respuesta que favorezca mi situación de lobo solitario, pero si me llena de ilusiones que en un momento dado pueda volver a mirar el cielo. Quiero un cielo en el que no se vean más nubes negras y que no me intimide con los truenos y un cielo también que no me deslumbre con los rayos del poderoso ni que me queme la piel a su contacto. Prefiero la noche, una noche donde se respire el fresco del campo, donde la luna me alumbre con complicidad y que las estrellas testifiquen todo cuanto pase y se me pase, por fin, la mala racha de alguien quien merece amor.

No estoy diciendo con esto que me he vuelto a enamorar. Pero quisiera hacer mi último esfuerzo para que esto fuese posible y no dejar ir tan fácil a mis sentimientos por la alcantarilla. Quisiera replantear mi honesta situación deplorable con un nuevo aliento, un nuevo aroma y un nuevo sabor, saliéndonos de contexto poético, quiero sentir la magia de un nuevo beso, de una boca de la que ya llevo bastantes noches soñando pero que creo que aún no se de quien sea. ¿La espero o la busco?

Es de ella de quien estoy enamorado, pero sólo vive en mi imaginación y aún no me ha mostrado la cara…

Saludos!

4 recordatorios maternos, deja el tuyo:

Anónimo

ahhh amigo oscar... asuu mecha marimar... jajaja me identifique con lo escrito...

ana

Anónimo

“Al llegar al portal nos buscamos
como dos estudiantes en celo,
un piso antes del séptimo cielo se abrió el ascensor…” ¿Es tuya esta frase?... Me parece tremendamente inspiradora.

Con respecto al amor ¿es posible entenderlo?

Besos. SONVAK (tu compi del Blogguercedario)

Oscar Castañón

Hola Sonvak, es muy bueno y me pone muy contento tenerte por estos rumbos!

No, ninguna de las frases es mía, de hecho esta que te gustó es de un paisano tuyo: Joaquín Sabina en su canción Peor Para El Sol.

Son todas las frases que puse fragmentos de canciones de trova, hay de Carlos Miranda, Edgar Oceransky, Joaquín Sabina, Alejandro Lerner y Silvio Rodríguez. En este orden estan publicadas.

Saludos!

Anónimo

Hola mi queridísimo DJ!!!
Apenas tuve tiempo de fisgonear por estos rumbos y este post me pareció muy familiar. No hace mucho tiempo que me encontraba en tu situación, la verdad creo que no es necesario buscar eso a lo que todos llaman Amor, eso que no se sabe exactamente lo que es, a lo que cada uno otorga un significado y formas diferentes pero que, se siente involuntariamente en el momemento menos esperado.

Ojalá encuentres eso que tanta falta te hace que no necesariamente debes ubicar en una persona, pues es horrible sentir ese vacio.

Te adoro y espero podamos vernos pronto.

Muchos saludos. May

 
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